Declaraciones políticas / Policy statements
Position Statement of the Migration, Displacement, and Mobility Section Latin American Studies Association (LASA)
We, the members of the Migration, Displacement, and Mobility Section of the Latin American Studies Association (LASA), feel the urgent need to express our profound concern about the immigration policies adopted by the administration of Donald Trump, which could
exacerbate the humanitarian crisis and infringe upon the basic rights of millions of migrants, displaced individuals, and asylum seekers, especially those coming from Latin America and other vulnerable regions.
We strongly reject the policies of forced expulsion and measures that close access to international protection—such as the end of the CBP One system, despite its shortcomings— as its restricts access to asylum claims and limits legal protection options for thousands of
individuals. This violates international standards, particularly the 1951 Geneva Convention on Refugees (of which the United States is a signatory party), by not allowed the temporary entry of those fleeing extreme violence, and other human rights related persecutions. We also oppose the suspension of the humanitarian parole program (Temporary migration Status or TPS), which protected current immigrants from having to return to countries that are suffering political, social, or environmental crisis. We express our concern about the measure to send migrants to Guantanamo and El Salvador, as it may violate human rights by preventing access to justice and protection, undermining international principles that protect individuals against possible arbitrary detention and torture.
These measures also jeopardize the integrity of individuals fleeing extreme violence in their home countries. Not only are they contrary to international humanitarian law, but returning them, or preventing their departure is a sentence to suffer serious violations, which could
have fatal consequences for their well-being and security. In this context, the suspension or closure of USAID would only worsen the vulnerability conditions in the countries of origin and transit of this mobile population.
More specifically, we are deeply concerned that the Laken Riley Act, which allows the indefinite detention and deportation of individuals in irregular situations without due legal process, contributes to the criminalization of migrants, and exposes thousands of people to inhuman detention conditions and the separation of their families. The decision to revoke citizenship from individuals born in the United States to foreign parents is equally troubling, as it violates fundamental constitutional and human rights. These actions not only increase the persecution and criminalization of migrants but also intensify racism and xenophobia, especially toward individuals who do not fit the phenotypic stereotypes of white people.
We are also concerned about the spread of these policies to other countries in the region. This has fueled the rise of nationalist movements that are driven by false fears of migration, wrongly validating the association between migration and crime, proliferating negative stereotypes about migration, and increasing public hostility toward migrants.
In this framework, academic freedom and the mobility of researchers are essential to continue generating the necessary knowledge to effectively address the migration phenomenon and contribute to the development of evidence-based migration policies, rather than those based on demagoguery. Therefore, we call for ensuring that research organizations, such as LASA, can continue playing their role in generating critical knowledge in a context of peace and respect for human rights. The ability to exchange knowledge among scholars worldwide is crucial for identifying new solutions to the challenges posed by migration and displacement in the global context.
In conclusion, we emphasize the urgent need for immigration policies to be managed in a fair and humane manner, aligned with international principles of respect to the rights of all individuals, regardless of their origin or characteristics. We urge both the United States and Latin America to reinstate their protection policies for all migrants, especially survival migrants. This has been a fundamental point of the humanitarian and legal system of the countries in our region. We also request the recommitment to the principles of international solidarity and cooperation between countries. In this same framework, we demand that academic freedom be upheld and continued support for research maintained. The work of scholars and experts is essential to furthering the understanding of this global phenomenon and promoting more effective and just migration policies.
Signed:
Migration, Displacement, and Mobility Section, LASA
February 2025
This position statement was approved by the members of the Latin American Studies
Association’s (LASA) Migration, Displacement, and Mobility Section. This position
statement was approved by 37 of the 149 Migration, Displacement, and Mobility Section’s
members eligible to vote. This is not a Latin American Studies Association’s
policy declaration, who does not support or disapproves the Section’s statements.
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Posicionamiento de la Sección de Migraciones, Desplazamientos y Movilidades Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA)
Nosotras y nosotros, miembros de la Sección de Migraciones, Desplazamientos y Movilidades de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA), sentimos la urgente necesidad de expresar nuestra profunda preocupación ante las políticas migratorias adoptadas por la administración de Donald Trump, las cuales podrían intensificar la crisis humanitaria e infringir derechos básicos de millones de personas migrantes, desplazadas y solicitantes de asilo, especialmente aquellas provenientes de América Latina y otras regiones vulnerables.
Rechazamos enérgicamente las políticas de expulsión forzosa y las medidas que cierran las vías de acceso a la protección internacional, como la eliminación del controvertido sistema CBP One, dado que restringen el acceso a la solicitud de asilo y limitan las opciones de
protección legal para miles de personas. Estas políticas contravienen normas internacionales, en particular la Convención de Ginebra sobre los Refugiados, de la cual EE. UU. es parte, al no permitir la entrada temporal de quienes huyen de situaciones de extrema violencia. De igual forma, nos oponemos a la paralización del programa de permiso/parole humanitario (TPS por sus siglas en inglés), que protege a inmigrantes en los EE. UU. de estar obligados a retornar a países que están pasando por crisis política, sociales, o medioambientales.
Hacemos notar nuestra preocupación ante la medida de enviar personas migrantes a Guantánamo y al Salvador, en tanto que pueden violar los derechos humanos al impedir el acceso a la justicia y la protección, vulnerando los principios internacionales que protegen a los individuos frente a la posible detención arbitraria y tortura.
Estas medidas también ponen en peligro la integridad de personas que huyen de situaciones de violencia extrema en sus países de origen. No solo van en contra del derecho humanitario internacional, devolverlas o impedirles su salida es una sentencia a sufrir vulneraciones graves, que pueden implicar consecuencias fatales para su bienestar y seguridad. En este contexto, la paralización o el cierre de USAID solo agravaría las condiciones de vulnerabilidad en los países de origen y tránsito de esta población en movilidad.
Específicamente, nos preocupa profundamente que la Ley Laken Riley, que permite la detención y deportación de personas en situación irregular por un período indefinido sin el debido proceso legal, contribuya a la criminalización de las personas migrantes y exponga a miles de personas a condiciones de detención inhumanas y a la separación de sus familias.
De igual forma, es inquietante la decisión de retirar la ciudadanía a aquellas personas nacidas en Estados Unidos de padres extranjeros, en tanto vulnera derechos constitucionales y humanos fundamentales. Todas estas acciones no solo aumentan la persecución y criminalización de personas migrantes, sino que también intensifican el racismo y la xenofobia, especialmente hacia individuos que no corresponden a los estereotipos fenotípicos de personas blancas.
Nos preocupa también la diseminación de estas políticas hacia otros países de la región. Esto ha ayudado al surgimiento de movimiento nacionalistas que se nutren del falso miedo a la migración, a validar incorrectamente la asociación entre migración y delincuencia, a la
proliferación de estereotipos negativos sobre la migración, y al aumento de animosidad pública hacia los migrantes.
En este marco, la libertad académica y la movilidad de las/os investigadoras/es son esenciales para poder seguir generando el conocimiento necesario para abordar el fenómeno migratorio de manera efectiva y contribuir al desarrollo de políticas migratorias basadas en evidencia y no en demagogia. Por ello, hacemos un llamado a garantizar que las organizaciones de investigación, como LASA, puedan continuar desempeñando su papel en la generación de conocimiento crítico en un contexto de paz y respeto a los derechos humanos. La posibilidad
de intercambiar conocimiento entre académicas y académicos de todo el mundo es fundamental para identificar nuevas soluciones a los retos que plantea la migración y el desplazamiento en el contexto global.
En definitiva, insistimos en la necesidad urgente de que las políticas migratorias sean gestionadas de manera justa y humana, alineadas con los principiosinternacionales de respeto a los derechos de todas las personas, independientemente de su origen o características. Que
tanto Estados Unidos como Latinoamérica retomen sus políticas de protección a todos los migrantes, sobre todos aquellos que migran para sobrevivir. Esto ha sido un puntual del sistema humanitario y legal de los países de nuestra región. Igualmente pedimos que se
retome la línea de compromiso con los principios fundamentales de solidaridad internacional y cooperación entre países. En este mismo marco, exigimos que se siga garantizando la libertad académica y se mantenga el apoyo a la investigación. El trabajo de académicas/os y
expertas/os es esencial para poder seguir contribuyendo a la comprensión de este fenómeno global, fomentando una gestión migratoria más eficaz y justa.
Firmado:
Sección de Migraciones, Desplazamientos y Movilidades, LASA
Enero 2025
Esta declaración fue aprobada por la membresía de la Sección de
Migraciones, Desplazamientos y Movilidades de la Asociación de Estudios
Latinoamericanos. La aprobación de esta declaración fue hecha por un voto de la
Sección de Migraciones, Desplazamientos y Movilidades de 37 de las 149 personas
elegibles en la Sección para votar. Esta no es una declaración de la política de la
Asociación de Estudios Latinoamericanos, que ni apoya ni rechaza las declaraciones
expresadas.